En la anterior entrada he descrito la ruta entre Llanes y la entrada al valle de Ardisana: Riocaliente. En esta ocasión describiré la ruta que va desde este recóndito lugar como es la aldea de Riocaliente, valle de Ardisana, para transitar por un antigua calzada camino hacia los predios de Cangas de Onís, lo cual nos llevará por una ruta signada como GR-105.2 ,aunque he de indicar que tiene muy pocos soportes señaléticos, por contra gozaremos de unos espectaculares paisajes que nos dejan en un enclave que cada vez cobra más importancia, como es Corao.
No es que ésta ruta sea muy frecuentada, y es una pena porque su importancia histórica es innegable, pues este trazado es el aquel que comunicaba la costa oriental, fuera de los trasiegos por tierras cántabras, o por las altas tierras del Cuera y los Picos de Europa, hacia las tierras castellanas; trazados muy transitados por reatas de acémilas y carros que circulaban por el Camino Real de Amieva, camino del Puerto de Pontón, paso franco por la Senda del Arcediano camino de Castiella que se abría paso por la Vía Saliámica.
Esta ruta Camino Real de Llanes, el cual hoy parece insignificante no es así, pues de su importancia la dejó por escrito en sus Diarios el patricio Jovellanos, ya que recorrió tal trayecto, el 27 de septiembre de 1790, nos dejó sus impresiones:« Camino por el puerto de Piedrafita; antes se sigue la orilla del río de San Antolín de Bedón, coronada de verdes y bellísimos alisos; el puerto bastante alto; camino áspero, de calzada en gran parte desigual, de piedras durísimas y bastante pendiente; a la izquierda montañas elevadisimas, ovejas pastando en la más alta cima, y como colgantes de ella, cabras, más abajo vacas; sus senderos estrechisimos; los pastores en algún pequeño rellano lejos de los rebaños; robles viejísimos en la rápida pendiente; algunos abatidos por su peso, cortado después su tronco, renacidos de la parte de su raíz pegada a la tierra, y de sus retoños otros robles altísimos, levantados hasta el cielo. Hayas altísimas, derechísimas y muy frondosas; abedules gigantes; bajada a Corao; vese los lugares de Mestas e Intriago..»
Estamos ante una ruta de unos 23 km., y con unos 803 mts., de desnivela acumulado, y otros 700 metros de desnivel de descenso, cuyo trazado nos ofrece un input tan importante como olvidado, me refiero a la calzada de Riocalient o Piedrhita, que aún nos deja ver algunos tramos de la vieja estructura viaria a base de tramos enlosados.
Riocaliente. 0,0 Km y 105 mts. Altt.
Núcleo metido en el encajonado valle que conforman los arroyos San Miguel y el de Riensena, los cuales se juntan a los pies de Riocaliente para bajar como uno solo, valle abajo hasta desembocar en Puente Nuevo en el río Las Cabras.
Esculturas como La Manona y la Castañera, y otras tallas se hallan repartidas por el valle de Ardisana: El hombre del Sacu (Malateria), El Nuberu (Campu la Prida) El Segador en la Fuente del Cañu; El Cuélebre en Ardisana. entretien en algunos puntos nuestro pasar.
Se parte de Riocaliente por el acceso rodado LLN-14, dirección Oeste, lo que nos lleva camino de la aldea de Mestas, se dejan ramales laterales, para seguir por el valle adelante, apenas andado un kilómetro, nuestra ruta toma otra derivación, y en el núcleo de La Cruz de la Venta, y pasando por delante del Hotel Benzúa, tras el cual la ruta vira hacia la izquierda entrando por el acceso rodado que irá pegado a la riega Piedrahita.
Telléu. 1,8 km. 146 mts. Alt
Se llega a este otro pequeño pueblo, tras otro buen tramo andando por asfalto , La aldea de Telléu se sitúa en pleno Camín Real de Llanes, y es el único pueblo que veremos hasta pasar a la vertiente canguesa.
Se atraviesa el nucleo, sin mucho más problema el acceso asfaltado deja paso a trazados hormigonados que llegan hasta el Escobín las cuadras y casas de El Escobín.
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Pero a partir de aquí, la ruta presenta firmes de tierras, que yo dejaremos hasta llegar a la vertiente canguesa. Nuestro andar sigue por el valle, sin apenas desnivel, se deja un ramal a la izquierda señalizado dirección a Amporios, hoy caserío medio abandonado. Nosotros seguimos de frente por un entorno cada vez más cerrado y casi que encima de la riega de Piedrahita, con un valle cerrado por empienada laderas carcomidas de helecho, brezos y cotoyales.
Cuadrona de Priédamo. 3,3 k, 188 mts. Alt
Un poco más adelante de donde se sitúa la fuente de Priédamo, nos encontramo a la derecha con una amplia cuadra de ladrillo que viene a marcar el punto donde el camino desaparece para dejar paso a la vieja calzada, por momento convertida en un sendero.
A nuestra derecha se ve un viejo puente de madera que permite ir hacia los altozanos y vacíos caseríos de La Vallina y Priédamo, pero nuestro camino sigue de frente, hasta la convergencia de las riegas, Cruz de los Ríos, en este caso la del Acebal ,la cual se pasa por otro comprometido paso que se transita por encima de una viga de hormigón, que funciona modo de pasarela.
Este paso nos da acceso a la traza de la calzada de Piedrahita que trepa por un lateral del Pico Selloiz, la vera de la riega Balbueño o Valgueñu, buscando la collada que marca el Cantu Llanosu.
La vieja calzada medieval, sube dando vista al cerrado valle fluvial del Acebal, y se abre paso por entre el matorral que va carcomiendo la traza. Estamos en zonas agrestes y muy solitarias. Durante el trayecto en las zonas donde el camino es más evidente, como medio camino nos encontraremos una antigua construcción de ladrillo a modo de cuadra o barracón, en los entornos de la Muesca de Acebal, aunque esta zona hay quien la describe como la Majada la Trapa donde había una antigua Venta., y la cual nos ofrece otro duro repecho, mientras vamos viendo aqui y alla viejos tramos de calzada.
El camino se ciñe a empinada ladera por encima de la riega Acebal hasta ganar el marcado collado. Son unos 3,3 kilómetros en los cuales apenas si sobrepasan los 300 mts., de desnivel a ganar. NO es que sea mucho pero en ocasiones hay que pelear con la vegetación que se empeña en devorar la vieja calzada.
Collado Vega del Puerto 6,1 km. 502 mts. Alt.
Collado Pandu El Árbol o Vega el Puerto
Este venteado paso, se conoce también por Pandu El Árbol o Ventosu, el cual marca el límite municipal entre Llanes, y Cangas de Onís. Tal enclave nos da paso a una nueva vertiente, y cuyo accidente geográfico, el collado rompe en dos al cordal que se abre a cada mano, el que marca el Cantu LLanosu y el de la Cabeza de la Vega el Puertu que da lugar a la Sierra de Ibeu.
Vistas del Collado desde ambas vertientes
Si desde la Cruz de los Ríos, habíamos tomado rumbo Sur para ganar la collada El Puertu, como dicen los autóctonos, ahora ya en ella la traza, esta se se va dirección Oeste, por un camino hoy convertido en senda que se pega a la riega Vega Seca, y que es menos vertiginoso que el anterior que hemos subido.
No adentramos en zonas arboladas en la cual se embosca una ya casi derruida majada, por la cual pasa el camino, con trazas más amplias buscando un entronque con la riega que preside la zona, dicho camino nos lleva directos a uno de los barrios de Cuerres.
Casa Nueva. 7, 8 km. 386 mts,. Alt.
Se pasa primero por una casa-cuadra medio destartalada que nos da acceso a un carril asfaltado que sube a las Casa del Acebal, nuestra ruta sigue recta hacia la Casa Nueva sobre la que se pasa, y la cual se sitúa casi que al pie de la carretera que baja de Cuerres de Suso.
En este punto, nuestra ruta se va valle abajo siguiendo el carril asfaltado que busca las casas de Cuerres , para seguir en completo descenso , sin otra posibilidad de desvío hasta llegar al pueblo de Llenín.
El trazado va por la foz que forma el río Acebal, sobre el cual vamos, quedando este a la izquierda, como a la mitad de la bajada nos encontramos con las casas de Cuerres.
La casa de Cuerres nos ofrece al paso las simpáticas esculturas del morado de la casa.
El camino sigue en descenso por el eje asfaltado camino de Llenín, abriéndose paso pro la empinada ladera
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LLenín. 10,6 km. 203 mts.Alt
Tras una larga e intensa bajada por la foz que deja el río de Piedrahita, pues unos 3 km., se entra en el pueblo de Llenín, dejando un ramal a la izquierda jalonado con las marcas del GR. 109 el cual se deja para cruzar el pueblo dirección Oeste, hacia la iglesia del pueblo,
El templo grande con relación al pueblo preside la vertiente sureña del pueblo, mirando a los Picos de Europa, fue construido bajo la advocación de Santo Tomás, y cuyo lugar preside un crucero donado por un vecino del pueblo.
Al pie del acceso rodado CO-7, se sigue este o tambien se puede seguir el camino jalonado como GR 109 yendo hacia la aldea de Tárano, que queda a nuestra derecha desde el templo de Llenín, por ambos caminos se llega al pie de la ermita de Tárano, dedicada a Nuestra Sra de la Velilla, desde estos parajes las vistas sobre los Picos de Europa y las sierras y valles adyacentes son impresionantes.
Desde la ermita de La Velilla, se siguen las marcas del GR.109, por el Camino de Trasnoceda , que va dando vuelta a la Cerra Iguedo, coronada por diferentes antenas. Se sigue con el descenso, antes habremos dejado las marcas rojas y blancas o los soportes granates del GR 109 que se dirigen hacia Labra, que vemos a lo lejos ubicado en la ladera, al igual que se ven los Picos a lo lejos,
Nuestra ruta sigue desde La Velilla dirección al nucleo de Corao Castillo, donde se pueden ver varios ejemplos de casonas donde también abundan los edificios de interés, como las casas de Cuervo, Cuetu y la Cantera, y el palacio de Soto-Labra.
Se sigue con el descenso ya por trazado de asfalto hasta llegar al pie de la carretera AS-114 que une Cangas de Onís con Cabrales y Panes, la cual se ha de cruzar con mucho cuidado.
Corao. 22,7 km. 111 mts. Altt
Se entra en Corao por la carretera que viene de Labra, y tras pasar el río de Llaniellas, nos encontramos con lo que fue la casona de los González Teleña, también llamada la Casa Quemada, y en la que vivió un heterodoxo como fue Roberto Frassinelli, apodado el Alemán de Corao, que fue un activo coleccionista y anticuario, y arquitecto de una primigenia basílica de Santa María la Real de Covadonga, y no siempre muy bien explicada su presencia en dichas obras.
Del Alemán de Corao nos deja este retrato Alejandro Pidal y Mon:«Su verdadero teatro eran los Picos de Europa, Peña Santa, la Canal de Trea, los gigantescos Urrieles asturianos. En ellos se perdía meses enteros, llevando por todo ajuar un zurrón con harina de maíz y una lata para tostarlo al fuego de la hierba seca, su carabina y cartuchos. Vino no bebía, bebía agua en la palma de la mano; carne sólo la del rebeco que abatía con certero disparo de su escopeta y cuya asadura tostaba sobre la misma lata del mismo fuego. Dormía entre las últimas matas de enebro; se bañaba al amanecer en los solitarios lagos de la montaña y al regresar de la penosa excursión a los Picos, se refrescaba revolcándose desnudo sobre la nieve…
El paseo el centro del pueblo que lo presiden por igual la iglesia y de la campa o carbayera, donde se realiza la gran concentración ganadera La Feriona, es breve, pues el pueblo no es muy grande aunque al paso nos muestra la importancia que tuvo y que se refleja en las casas que se abren al par de calle principal, que en su momento fue parte del trazado de la AS-114..
Desde Corao tenemos dos opciones para llegar a Covadonga, o bien por Abamia, y la Cruz de Priena o bien tomando el camino de Soto de Cangas y subir desde dicha población al Real Sitio de Covadonga, aunque se puede uno acercar al lugar covadongino por Isongo para caer hacia La Riera… pero lo dejaremos para otra entrega, de como acceder a Covadonga desde aquí.
Victor Guerra
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